El siguiente escrito
es una reflexión correspondiente a la actividad 1 del primer módulo de la
Especialización en Competencias Docentes para la Educación Media Superior.
Estudié Ingeniería en
Telemática, en la Universidad del Caribe siendo parte de la generación 2006-2010.
Al egresar de la carrera me preguntaba
en dónde iba a trabajar, qué iba a ser de mi vida y un sinfín más de
cuestiones que me quitaban el sueño. Cuando comencé mi búsqueda de trabajo en
enero del año en curso, un familiar me comentó de la posibilidad de impartir
clases en una preparatoria, me dijo “no es mucho, pero con algo se empieza”;
decidí llevar mis papeles con cierto temor ya que a pesar de que cumplía los
requisitos, mi edad es corta (23 años) y encima de eso me veo mucho más joven
de lo que soy; motivo por el cual pensaba que no me darían la oportunidad
puesto que si me pongo el uniforme puedo aparentar ser una alumna mas. Para mi
fortuna y sorpresa, me aceptaron como profesora del Cecyte Plantel II Cancún;
lugar en el cual sigo laborando.
En el fondo, creo que
siempre supe que quería dar clases, puesto que provengo de una familia con
varios tíos y tías que son docentes e incluso mi papá es profesor, bien
recuerdo que cuando tenía 7 u 8 años a
veces él me llevaba a la secundaria donde trabajaba y yo me sentaba en una
banca mientras él daba clases o calificaba alguna tarea. Mi familia,
principalmente mi padre, han sido los modelos que influenciaron mi gusto por la
docencia, pero no sólo ellos sino también algunos profesores que he tenido a
lo largo de la vida y que con su entrega
al trabajo han sido una inspiración para mí.
En los 13 meses de
experiencia que tengo, el ser docente significa para mí, todo un reto el cual
con gusto acepto, en ocasiones siento que es una labor muy demandante ya que el
trabajo no acaba cuando terminas la jornada laboral sino que al llegar a casa
aún hay que calificar o planear alguna clase e incluso hasta te quedas pensando
en estrategias para la siguiente clase o en algún problema que hayan tenido tus
alumnos ese día o en cómo corregir problemas de conducta de algún alumno, sin
embargo a pesar de eso también es muy satisfactorio ver a joven aprendiendo,
superándose, queriendo ser mejor, aprovechando un buen consejo, cambiando
alguna mala actitud; esos son los verdaderos deleites de ser maestro, saber que
estamos haciendo algo bueno por una persona y al mismo tiempo por tu país.
Mucha gente se queja del estado del país, de la gente, del gobierno, pero ¿qué
se hace para cambiarlo?, yo considero que hago lo que puedo, desde donde estoy;
formar hombres y mujeres no es cosa de juego, ser maestro es un puesto de suma
responsabilidad, si un doctor se equivoca en su labor el paciente muere y si es
una pena, pero ahí se acaba el asunto, en cambio si un profesor comete un error
con un alumno, el asunto no acaba ahí sino que se multiplica y ese sentimiento
a lo mejor de ira o desagrado para con la escuela se va a reproducir con los
conocidos del alumno y muy probablemente después con sus hijos.
Ser docente de
educación media superior es para mí, en ocasiones estresante y demandante pero
también satisfactorio, agradable, noble y es la oportunidad de ayudar a la
formación íntegra de los futuros hombres y mujeres que incorporaran a la
sociedad.
Mi principal
satisfacción es ver los cambios positivos en los alumnos, quizá no todos
aprendan igual de rápido, a algunos les cuesta más que a otros; pero ver el
progreso en el camino de cada uno, es lo que me da ánimo para querer hacer las cosas bien. Pero así como hay
satisfacciones, también hay aspectos que te causan el efecto contrario; en mi
caso, la falta de atención de los padres de familia y la desmotivación de
algunos alumnos son las razones por las cuales me siento insatisfecha; algunos
sólo van a la escuela porque sus papas los mandan y esos papas ni siquiera
acuden a las juntas para ver si sus hijos van bien o si están entrando a
clases. El padre y el maestro deberían estar en constante comunicación y verse
como un equipo para beneficio del alumno.
En mi camino como
docente, he tenido la oportunidad de cursar la Especialidad en Competencias
Docentes para la Educación Media Superior en modalidad online, que decidí estudiar
con ánimo ya que al no tener una formación profesional normalista, hay muchas
cosas respecto a las estrategias, terminologías, técnicas de enseñanza, entre
otras, que no conozco. Para ser sinceros, no ha sido fácil ya que he pasado
muchas noches de desvelo para poder terminar mis actividades a tiempo, pero no
me arrepiento porque he aprendido una infinidad de cosas que me han ayudado a
mejorar mi práctica docente, además he tenido la oportunidad de interactuar con
profesores de diferentes lugares de la república que han compartido sus
experiencias y consejos.
Independientemente de
todo, es un honor ser maestra; aunque reconozco que aún me falta mucho camino y
experiencias que recorrer, seguiré tratando de hacer las cosas lo mejor que
pueda y buscar estrategias que me faciliten el logro de los objetivos de clase.
“Educad a los niños y
no será necesario castigar a los hombres”